“¿Ya?,
¿tan rápido?”, son algunas de las palabras que un hombre ha oído alguna vez en
su vida proveniente de los labios de su esposa, novia, amante, amiga especial o
llamémosle por al finalizar el acto sexual.
Si eres
de gatillo fácil no te preocupes, como casi todo en la vida, hay
solución, sólo hay que seguir una serie de trucos y ejercicios
que te ayudarán a aguantar por más tiempo y mejorar en tus relaciones sexuales.
La
principal causa que provoca la eyaculación precoz es psicológica. Es decir, como todo en
la vida, el sexo también requiere de su dosis de concentración si queremos
tener éxito. El verdadero reto, por tanto, está en cómo conseguir ese grado de
concentración y cómo conseguir controlar la eyaculación. Veamos algunos consejos que nos ayudarán a conseguirlo.
Lo
primero que hay que tener claro es saber si de verdad sufrimos de eyaculación
precoz o no. Por lo general suele diagnosticarse eyaculación precoz cuando
habitualmente no se consigue aguantar más de dos minutos en una relación sexual o simplemente
cuando no somos capaces de controlar nuestra eyaculación. De todas formas lo
mejor para un diagnóstico y tratamiento adecuado es visitar al urólogo.
Como
comentaba antes, la principal causa de la eyaculación precoz es psicológica,
debido sobre todo a situaciones de nerviosismo, miedo o estrés, por lo que el
primer paso será relajarnoscontrolando
nuestra respiración que
deberá ser profunda, relajada y siempre al mismo ritmo. Masticar un chicle, o
incluso nuestros gemidos pueden ayudar a controlar nuestra respiración ya que
el acto de inspirar y expulsar el aire para gemir hace que inconscientemente
regulemos nuestra respiración.
Si
consigues dominar el ritmo y la intensidad de respiración tendrás mucho ganado,
pero aún hay aspectos que debes controlar para no irte antes de tiempo. Siempre
está el mito de pensar en otras cosas mientras estás en plena faena, de
hecho hay mucha gente que se dedica a repasar la lista de la compra, hacer
operaciones matemáticas o incluso un amigo me confesó que se ponía a pensar en
Aznar. De todas formas no está científicamente demostrado que pensar en otras
cosas retrase la eyaculación y es posible que pensar en cosas desagradables te
haga pasar de ser gatillo fácil a ser gatillazo man.
Pero de
nada sirve aplicar estos consejos si antes no hemos practicado y acostumbrado a
nuestro cuerpo a retrasar la eyaculación todo lo posible. Para ello lo mejor es practicar
con la masturbación y
parar justo cuando veamos que el momento de eyacular se acerca. Ese tiempo de
parada debe de ser entre 30 segundos y un minuto y deberás repetir esa parada
varias veces en el mismo acto de masturbación que deberá durar de 10 a 15
minutos.
Otra
ayuda la podemos encontrar en productos específicos como preservativos
y geles de efecto retardante, especialmente diseñados para este
problema. Principalmente se basan en un efecto frío que adormece al pene
haciéndole insensible y retrasando por tanto la eyaculación.
Si
ninguna de estas opciones te vale, quizás tu opción sea un nuevo
tratamiento que
se comercializará en farmacias próximamente, desarrollado especialmente para
tratar este problema y que consiste en una pastilla que debe administrarse una
hora antes del acto sexual. Eso sí, necesitará de receta médica.
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